Relación con las hijas restaurada por la gracia de Dios

Mis hijos fueron criados en un hogar cristiano y salvados a una edad temprana. Hace un par de años, mi hija de 20 años se fue de casa, dejó de comunicarse con nuestra familia y se aventuró en drogas, sectas y otros comportamientos inapropiados. También sufría de ansiedad y ataques de pánico. Fue devastador verla así porque, si la conocías, era la hija más dulce y hermosa que cualquiera podría pedir.

Mi hija menor también estaba pasando por muchas cosas en la escuela y se portaba mal, mentía constantemente, se escabullía y participaba en comportamientos perjudiciales. Ambas no querían tener nada que ver con las cosas de Dios y se estaban poniendo a sí mismas y a su familia en peligro. Era tan triste y desalentador. Las amo a ambos y quiero lo mejor para ellas, que vivan libres del dolor y el daño constante. Parecía que mi relación con ellas se había dañado y roto irreversiblemente.

Escribí al ministerio del Pastor Prince varias veces, pidiendo oración por mis hijas. Oré por protección, sanidad, restauración y liberación para ellas y nuestra familia. Creía que a pesar de sus comportamientos y de lo que creían de sí mismas, seguían siendo la justicia de Dios en Cristo-¡redimidas, perdonadas y limpiadas! Imploré la sangre de Jesús sobre ellas y declaré que sus corazones se volvieran a Dios y a su familia.

El Señor respondió a nuestras oraciones y restauró nuestras relaciones. Mis hijas y yo ahora tenemos mejores relaciones que antes. Nos comunicamos honestamente, nos amamos, y lo más importante, simplemente descansamos en el amor de Jesús. Sé que fue por la gracia de Dios que nuestras relaciones han sido restauradas.

Sigo creyendo en el Señor por más y más favor en esta área, y sigo declarando más bendiciones en nuestras relaciones entre nosotros y con todos los que entramos en contacto.

Gracias, pastor Prince, por su asombroso ministerio lleno de amor y de la hermosa gracia de Dios.

Anónimo  |  Georgia, Estados Unidos