Marido recibió trabajo, gran favor

Mi marido tuvo un trabajo de ventas durante 10 años que le obligaba a viajar mucho. No nos veíamos durante semanas, a veces meses. Hace dos años, su empresa experimentó algunos cambios que acabaron por hacer que no tuviéramos fondos suficientes para comida o alojamiento.

En nuestra parte del Estado escaseaban los buenos trabajos de ventas, y mi marido asumió que no encontraría un empleo bien remunerado ni siquiera después de solicitarlo en muchos sitios. Estuvimos varios meses sin ingresos y tuvimos que recurrir a nuestra seguridad social mensual. Sin embargo, esto no era suficiente para llegar a fin de mes. Nuestros ahorros se agotaron y tuvimos que vender nuestras posesiones y recibir ayuda de nuestra iglesia.

Hemos sido fieles seguidores de Joseph Prince Ministries, y he estado escuchando al pastor Prince durante más de 10 años, creyendo todo lo que me habían enseñado. A finales de diciembre de 2018, decidimos participar en la Santa Cena todas las noches hasta que mi esposo consiguiera un trabajo. Lo hicimos fielmente, recordando el sacrificio que nuestro Señor Jesús hizo en la cruz por nuestro bienestar total.

Vivimos al lado de un pequeño puerto deportivo donde hicimos amistad con unos cuantos navegantes. Después de 6 semanas de participar en la Santa Cena diariamente, nuestro amigo navegante, un no creyente, “casualmente” nos envió un mensaje de texto para preguntarnos cómo estábamos. No le habíamos visto en todo el invierno..

Le dije que estábamos pasando apuros porque mi marido llevaba unos meses en paro. Nuestro amigo le sugirió que fuera al puerto deportivo de al lado porque había oído que el dueño estaba contratando a alguien.

Al día siguiente, mi marido fue a ver al dueño del puerto y ¡lo contrataron en el acto! El propietario me dijo que había aplazado la contratación de otra persona durante dos meses sin saber por qué.

Nos hemos puesto al día con todas nuestras facturas y el propietario del puerto está desbordado porque se han vendido muchas embarcaciones, ¡no tiene suficientes en stock! Mi marido ahora puede ir andando al trabajo, lo que nos ha venido muy bien porque teníamos que vender nuestro vehículo. Ya ni siquiera tenemos que pagar el seguro del vehículo. ¿No es Dios increíble? Sus caminos van más allá de nuestra comprensión.

También aproveché la oportunidad para contarle a nuestro amigo navegante cómo Dios lo usó para orquestar todo para que mi esposo consiguiera este trabajo. Y ahora mi marido y yo podemos pasar más tiempo juntos.

¡A Dios sea la gloria!

Jeanne  |  Michigan, Estados Unidos