La familia restaurada con los nietos

Empezamos a escuchar a Joseph Prince hace 10 años. Por aquel entonces, mi hija mayor había dado a luz a un bebé a las 24 semanas, pero el bebé sólo vivió 3 días. Fue lo más duro que tuvo que soportar nuestra familia.

Cuando leí Destinados a reinar y me encontré con la historia de una pareja a la que le dijeron que habían perdido a su bebé porque habían pecado, lloré. Mi familia había pasado por un momento horrible porque nos dijeron lo mismo: que se debía a nuestros pecados..

El pastor Prince dijo a la pareja que Dios los amaba y que los libraría. Eran justos ante Dios gracias a Jesucristo y a su obra consumada. Llamé a mi hija para que recibiera el libro.

Escribo esto para contarles de la GRAN liberación que hemos visto a través del ministerio del Pastor Prince. El nos ha mostrado el trabajo perfecto de Jesucristo en la cruz y que somos absolutamente bendecidos y liberados por Su sacrificio.

Mi hija tuvo un bebe un año después y cuando ella estuvo en el hospital por 3 meses, oramos todos los días por un bebe saludable. Hablamos la sangre de Jesus y Su protección sobre ella y sabiamos que Dios traería una gran liberación. ¡Mi nieta, Amaya, nació como una niña sana! Y ese tiempo de estar juntos como familia y confiar en Dios fue asombroso, y nos unió más.

Dos años después, mi hija quería tener más hijos. Quería adoptar un niño porque los médicos le habían dicho que tenía un riesgo muy alto de perder más hijos. En un sermón, oí al pastor Prince animarnos a pedir a Dios tres deseos para el año siguiente. Oré por más nietos y para que mi familia fuera restaurada y sanada de todas las heridas mentales y emocionales que habíamos estado cargando. 

Ahora tenemos un nieto precioso, Aaron. Tenía 3 meses cuando vino a vivir con mi hija. Tardamos dos años en finalizar su adopción. No dejaba de recordar que había elevado esta plegaria a Dios y creía que Él la llevaría a cabo. Cuando Aaron tenía 7 meses, mi hija recibió una llamada de una recién nacida que necesitaba un hogar. Trajeron a Gabriella a casa y su adopción se completó en menos de un año.

No hace falta decir que el hogar de mi hija está lleno de amor. Como familia hemos visto a Dios responder a nuestras oraciones, y estamos muy agradecidos.

Quería escribir esto para animar a otros a no rendirse ante Dios. Él escucha tus oraciones y obrará milagros asombrosos si confías en Él. Hemos visto cómo Dios restaura lo que las langostas han comido y cómo hemos sido redimidos de la maldición por Jesucristo.

Muchas gracias, Pastor Prince, por su ministerio. Usted nos ha señalado a Jesús y ha liberado nuestros corazones.

Sra Eric Bailey  |  California, Estados Unidos