El matrimonio dio un giro definitivo

Crecí en una familia en la que desde pequeños nos decían que cuando pecáramos sufriríamos un castigo. Nuestra familia no estaba en paz y mis padres discutían casi todas las semanas. Las peleas a menudo se intensificaban e incluían amenazas de violencia por ambas partes. De niña, estaba traumatizada.

Cuando crecí, me casé con mi marido, que tenía un carácter terrible. Me sentía sola en mi matrimonio porque mi marido no estaba presente y a veces no volvía a casa hasta altas horas de la madrugada. A veces incluso me sentía deprimida y con tendencias suicidas.

Un día, quedé con mi mejor amiga, que acababa de empezar a llevar a sus hijos a la iglesia, y me sentí impulsada a acompañarla a la iglesia con mis hijos. Ese domingo, antes de salir, mi marido y yo tuvimos una gran discusión sobre ir a la iglesia. Mientras conducía, recibí un mensaje de texto de él y para mi sorpresa, ¡mi esposo quería asistir a la iglesia conmigo!

En 2013, empezamos a asistir regularmente a la Iglesia Nueva Creación. Al principio, mi esposo y yo todavía nos peleábamos. Sin embargo, en uno de mis tiempos de silencio con el Señor, fui impulsada a orar por mi esposo.

El Señor me mostró que Él es la tercera parte en nuestra relación. Cuando nos centramos en el Señor y crecemos en nuestra relación con Él, nuestra relación con nuestros cónyuges también se hace más estrecha.

También escuché las enseñanzas del Pastor Prince y las apliqué a mi vida. Entonces empezaron a suceder milagros en nuestro matrimonio. Me di cuenta de que el corazón endurecido de mi marido se ablandaba con el tiempo. Empecé a creer que lo que les pasó a mis padres no me pasaría a mí, porque el Señor me ama.

Hoy, mi marido y yo estamos felizmente casados y trabajamos constantemente el uno con el otro para criar a nuestros hijos. Alabado sea el Señor por Su sabiduría. ¡Gracias, Pastor Prince, y a la Iglesia New Creation!

Una hermana de Singapur