De fracasar constantemente a sobresalir en los exámenes finales
Ser débil en mis estudios mientras estaba en la mejor clase de mi escuela me puso mucha presión… Me esforzaba mucho por estudiar, ya que necesitaba hacerlo bien para entrar en una buena universidad. Pero desde el principio del curso, no podía con todas las asignaturas y seguía reprobando los exámenes de clase.
Debido a mis malos resultados, la escuela avisó a mis padres, y mi padre se preocupó mucho por mí. Cuando reprobe el examen semestral, el colegio volvió a llamar a mis padres. Esta vez, mi madre y yo lloramos delante del profesor de mi clase. ¡Qué espectáculo!
Me dijeron que era un inútil y que debía suicidarme. Aquello me deprimió muchísimo. Todo el mundo empezó a burlarse de mí, llamándome “el chico de la tensión”. Incluso mi familia quería que consultara a un psiquiatra.
Aunque nací en una familia cristiana, no tenía ni idea del evangelio de la gracia. Pero de alguna manera, Dios me llevó a escuchar los sermones del pastor Prince sobre el tema del descanso. Al escuchar los sermones, empecé a experimentar paz. Entonces escuchaba sus sermones mientras estudiaba. Todos mis amigos y profesores me decían que trabajara duro cuando mis exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, pero yo sabía que cuanto más me esforzara con mis propias fuerzas, más fracasaría.
Escuchando los sermones del pastor Prince, me di cuenta de que Dios estaba trabajando en secreto y yo necesitaba permanecer en reposo. Justo dos días antes de mi examen de Física, el pastor Prince me recordó que “si Dios quiere la gloria, ¡deja que Dios haga el trabajo!”. Así que decidí entregar mis exámenes a Jesús y cuando me senté con ellos, fui con la certeza de que era Jesús quien hacía el trabajo en mí y a través de mí.
Con esa revelación, pude presentarme a todos los exámenes con una alegre esperanza. Todos los exámenes salieron bien y obtuve un setenta y siete por ciento en los resultados finales, mucho mejor que antes. Incluso obtuve buenas notas para el examen de acceso a una universidad por la gracia de Dios.
Me di cuenta de que mis buenos resultados no dependían de mi preparación, sino de la obra acabada de Jesús. Ahora, sé que lo que me importa le importa a Él y sólo en Él busco mi futuro.
Pastor Prince, gracias de todo corazón por revelar al verdadero Jesús que siempre me ama.
Blesson Duraiseelan | India
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