Experimentando el abundante descanso y el refrescamiento a través del Evangelio de la Gracia

Sólo quiero darle las gracias por lo que el Señor está haciendo a través de su ministerio. Cuando me encontré con su emisión hace casi dos años, yo estaba en el final de mí misma y como usted ha dicho, yo era a la vez “errante” y “preguntándose” lo que pasó con mi relación con el Señor.

Estaba sirviendo en la iglesia pero me sentía espiritualmente seca y me estaba cansando. Mi matrimonio no iba bien. De hecho, mis familiares me aconsejaban que dejara la relación porque estaban preocupados cómo mis hijos se estaban viendo afectados por las tensiones y tiranteces de nuestro matrimonio.

Fue mi marido quien vio por primera vez su programa en televisión y me habló de usted. Por curiosidad, lo vi y doy gracias a Dios por haberlo hecho, porque antes había clamado a Dios y le había dicho que no podía seguir viviendo como vivía. Dios escuchó mis gritos y me ha respondido mucho más de lo que le había pedido o imaginado.

¡La ley exige pero la gracia suple, suple y suple! Mientras miraba y escuchaba, me enamoré de Jesús de nuevo. ¿Cómo no hacerlo cuando Jesús es revelado cada vez que se enseña la Palabra? Me siento como una oveja que ha sido llevada a pastar en verdes praderas frescas, y a descansar y beber junto a aguas tranquilas y reposadas.

Por primera vez desde que conocí a Jesús cuando tenía 11 años, estoy experimentando “prosperidad” como nunca antes la había visto. Primero, El hizo que mi alma prosperara. Luego, como un efecto dominó, mi matrimonio empezó a prosperar porque en vez de pedir tiempo fuera, me enamoré de mi esposo de nuevo. El sentimiento era mutuo ya que mi esposo también había sido impactado por el mensaje de gracia que estaba escuchando, ¡y nuestro matrimonio nació de nuevo!

Incluso mis hijos son bendecidos cuando escuchan sus mensajes y ahora disfrutan de una paz en casa que antes no tenían. Mi hijo de seis años incluso cita Romanos 6:14, diciendo que “¡el pecado no tendrá dominio sobre nosotros porque no estamos casados con el Sr. Ley sino con el Sr. Gracia!”

Servir al Señor en la iglesia también ha adquirido una dimensión diferente porque ahora sirvo desde y gracias a la abundancia de Su gracia. Debido a la revelación que he recibido de quién soy en Cristo, también soy más capaz de realizar mis deberes como enfermera para cuidar a los pacientes con condiciones críticas en lugar de temerles. Ahora quiero cuidarlos porque estoy en posición de hacer una diferencia en su condición.

Ha sido un tiempo INCREIBLE, ¡descubriendo lo que es la gracia! Dios realmente nos da un incremento de descanso y este ha sido un año de incesante fructificación para mí y mi familia. Es el evangelio de la gracia, y Dios te está usando para llevar Su amor, Su vida abundante a Su cuerpo. No puedo tener suficiente de este evangelio, de esta buena noticia que es TAN BUENA que no puede ser otra cosa que verdad. Todos con los que he compartido se animan a escuchar Su Palabra a través de su ministerio y están experimentando una revolución del evangelio. ¡Gracias, Pastor Prince! ¡DIOS ES BUENO!