Dejar de vivir una vida de derrota

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Tengo 46 años y he padecido depresión grave durante toda mi vida. Se intensificó a finales de mis 30 años.

Fui criado como cristiano y durante toda mi vida, mi madre se ha preocupado mucho por mí. De niño, me llevaba a orar con compañeros de oración o pastores. Recuerdo haber experimentado el toque de Dios en numerosas ocasiones al salir de estas reuniones.

Sin embargo, yo era muy testarudo. No sabia como avanzar y terminaba reincidiendo y alejandome de Dios. Me convertí en un blanco fácil para el enemigo y me creí muchas de sus mentiras y acusaciones. Esto casi destruyó mi vida. Intenté suicidarme tres veces, tomé una sobredosis de medicamentos y tuve que ingresar en la unidad de cuidados intensivos.

Culpé a Dios en numerosas ocasiones por mi situación e incluso llegué a maldecirle. Sentía que si Él me amaba tanto, ¿por qué permitía que Satanás me hiciera sentir tan mal?

Cada vez que intentaba volver a mi camino con Dios, sentía Su toque, pero poco después me daba un batacazo espiritual. El enemigo me acusaba y echaba raíces en mi mente. Me salía de control y caía en otra depresión. Nunca sentí que podía vivir a la altura de ser digno de Dios.

Hace unos dos años, empecé a escuchar al pastor Joseph Prince. El evangelio de la gracia ha cambiado todo mi mundo. La obra que Dios está haciendo a través de su ministerio es simplemente impresionante. Me ha dado éxito en mi caminar con Dios.

Ahora sé que soy la justicia de Dios en Cristo. Sabiendo que mi posición ante Dios está envuelta en Jesús, he aprendido a mantener mis sentimientos separados de mi identidad. He aprendido a no confiar sólo en mis sentimientos, sino a volver siempre a ser consciente de mi posición correcta en Cristo.

Joseph Jette

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