Cambia lo que crees, cambia tu vida (Parte 1/3)
¿Te parece que la vida es una lucha cuesta arriba sin descanso? En esta serie de tres partes, Joseph Prince te muestra cómo un simple cambio en tu forma de pensar puede transformar grandemente tu vida. Ya sea que se trate de tu camino personal con Dios, una vida de buenos éxitos para ti y tus seres queridos, o la liberación de estilos de vida destructivos, ve cómo creer correctamente acerca de Dios te pone en un camino glorioso hacia la victoria.
Atrapado en las asfixiantes garras de la depresión, Jeff, un hermano de Canadá, se encontraba con una vida cada día más fuera de control. Pasaba los días sumido en una introspección compulsiva de la que salía sintiéndose cada vez más inútil, desesperanzado e inútil. Antes de que se diera cuenta, estos ataques de introspección y autocondena le provocaban terribles ataques de ansiedad que le dejaban física y emocionalmente maltratado.
Agotado por la depresión y la ansiedad, las notas escolares de este joven empezaron a bajar y sus pensamientos se volvieron aún más oscuros: empezó a pensar en el suicidio.
Desesperado por encontrar una salida a su depresión, Jeff acudió al Señor. Pero aunque leyó la Biblia y muchos libros de teología, escuchó sermones de varios predicadores e investigó temas bíblicos en Internet, su situación no mejoró, hasta que descubrió el evangelio de la gracia. Él compartió:
No fue hasta que compré y leí su libro, Destinado a reinar, que la enorme roca que estaba sobre mis hombros durante casi una década ¡finalmente fue levantada! Yo ya era cristiano, pero sólo fui liberado después de descubrir a través de su libro el verdadero significado de la gracia y de ser salvo.
Fue un cambio de perspectiva tan sencillo ¡que no puedo creer que no lo supiera antes! No es nuestra capacidad de obedecer en nuestros pensamientos, sino que es la obediencia de Cristo. Debido a que mi nueva identidad está en Cristo, ¡ya no tengo más temores porque mi enfoque ahora está en Él y no en mí! Ahora tengo más confianza y alegría que antes de que la depresión comenzará.
¡Qué hermoso testimonio! Alabado sea El Señor por cada preciosa vida que Él transforma.
Ahora, me gustaría llamar tu atención a algo poderoso que Jeff dijo: “¡Fue un cambio de perspectiva tan sencillo que no puedo creer que no lo supiera antes!”. Aquí está la respuesta… la respuesta a por qué algunas personas experimentan la victoria mientras que otras siguen luchando contra su depresión, sus adicciones o sus miedos. Es un cambio en tu perspectiva, o en tus creencias. Todo lo que Jeff necesitó fue cambiar sus creencias, y la victoria sobre una condición que lentamente le estaba quitando la vida, fue suya. Aquellos que están familiarizados con mi ministerio sabrán que siempre predicó que creer correctamente conduce a vivir correctamente.
“Cuando creas bien, vivirás bien”.
Cuando creas bien, vivirás bien. Amado, si quieres cambiar tu vida para mejor, ¡cambia lo que crees!
Creer en la verdad de la gracia es lo que te libera
Jesús lo dijo de esta manera: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Cuando Jeff se apoderó de la verdad, y creyó en la verdad, su vida comenzó a cambiar. La depresión desapareció. La alegría llenó su alma. Finalmente fue liberado.
Tu te estarás preguntando: “¿Cuál es la verdad?”.
La verdad aquí no son más principios, reglas o técnicas de autodisciplina y autocontrol. No son siete pasos más o leyes para tu libertad. No, la verdad de la que Jesús está hablando aquí es la verdad de la gracia de Dios. Jesús no vino a darnos más reglas y leyes que atan. Vino a darnos la verdad liberadora de la abundante gracia de Dios (Juan 1:17).
Muchas personas que luchan por liberarse de sus ataduras y cambiar sus vidas piensan que la respuesta está en aplicar más principios, obedecer más reglas y ejercer más disciplina y autocontrol. Entonces, cuando no pueden hacer lo que se requiere o prescribe, se sienten condenados. Y cuando se sienten condenados, sus problemas no hacen más que empeorar. Es un doble golpe que conduce a una viciosa espiral descendente.
Esto fue exactamente lo que le ocurrió a Jeff. Y sólo cuando se dio cuenta de que la verdad que libera no son más leyes que cumplir, sino la abundancia de la gracia de Dios que se recibe libremente, todo empezó a cambiar. Jeff habló de su descubrimiento del verdadero significado de la gracia de Dios, y de cómo no se trata de su obediencia (o rendimiento, incluso en su vida de pensamiento), sino de la obediencia de Cristo demostrada en la cruz, por él.
Amigo mío, ¿el miedo, la depresión o la adicción te tienen cautivo hoy? Entonces cree que no se trata de lo que tienes que hacer para merecer la liberación de Dios, sino de lo que Dios ha hecho por ti a través de la obra terminada de Cristo. Cree que Él te ama. Cree que Él te dará poder y te liberará a través de Su favor inmerecido cuando lo busques, incluso cuando hayas metido la pata, todavía estés luchando y te sientas menos merecedor. Esa es la asombrosa gracia de Dios. Esa es la verdad que necesitas empezar a creer y que te pondrá en el camino hacia la libertad.
La gracia se cree y se recibe
“Pastor Prince, ¿puede Dios ser tan misericordioso conmigo? Realmente no lo merezco”.
Por eso se llama “gracia”: no puedes merecerla, sólo puedes recibirla, y lo haces creyendo que Cristo, a través de Su perfecta obra consumada en la cruz, te ha capacitado para recibirla libremente.
El apóstol Pablo afirma: “Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.” (Romanos 5:17, RVA). ¿Cómo reinas en la vida sobre esa depresión, miedo o pecado secreto? ¿Cómo caminas en victoria duradera? Amado, es a través de la gracia de Dios, no porque tú la alcances o la merezcas, sino porque simplemente la recibes en abundancia.
“Elige creer en las verdades de Su gracia”.
Cada día, en lugar de mirar tu mediocre actuación, sentirte condenado y creer que Dios está decepcionado contigo, cree en las verdades de Su gracia. Di: “Padre, gracias por la abundancia de Tu gracia en mi área de debilidad. La recibo libre y gustosamente. Te agradezco que no me condenas ni me ves como un pecador podrido, sino que me amas incondicionalmente y me ves totalmente justo por la sangre de Jesús. Te agradezco que Tu gracia está obrando poderosamente en mí, a través de mí, y en mi situación para darme victoria y libertad duradera. Porque Tú eres para mí y por Tu abundante gracia sobre mí, no puedo evitar reinar en la vida”.
Amado, cuando cambias tus creencias negativas por esas creencias correctas acerca de la gracia de Dios, ese pecado destructivo, esa depresión a largo plazo, esos miedos debilitantes, esa enfermedad crónica, esa carencia financiera… todos se van de tu vida. Cambia lo que crees, ¡cambia tu vida!
Lo primero es creer correctamente
Por favor, no lean todo esto y piensen que el pastor Prince no está interesado en una vida correcta o un comportamiento correcto. Como cualquier pastor que ama a su rebaño, quiero que la gente de mi congregación viva vidas que glorifiquen a Dios. Pero no debemos poner el carro delante del caballo. Creer correctamente en la verdad de la gracia de Dios debe venir primero, entonces habrá una vida correcta.
Mucha gente está tratando de vivir correctamente sin realmente creer correctamente primero. Se dan más reglas y resoluciones, y resuelven ejercitar más fuerza de voluntad y autodisciplina para hacer lo correcto. Quieren agradar a Dios, y no dudo ni por un momento de su sinceridad. Pero sabes, puedes hacer todo eso y sólo tener resultados temporales (mientras dure tu fuerza de voluntad), porque no ha habido un cambio real en tus creencias. A menos que tus creencias cambien, no habrá un cambio duradero. A menos que haya una transformación interior del corazón, no habrá una transformación de la vida en el exterior, impulsada y sostenida por Dios. Dios va a la raíz. Cuando crees correctamente en tu corazón y mente acerca de Su amor y gracia, tendrás una vida correcta.
“¿Qué crees hoy sobre Dios?”
Así que si quieres liberarte de cualquier esclavitud, lo primero y más importante es que compruebes lo que crees y piensas de Dios. Ahora mismo, ¿crees que Dios está decepcionado y enfadado contigo, y que tienes que hacer mucho más para ganarte de Él tu avance? ¿O crees que Él es un Dios de gracia que te acepta, te ama y está contigo a pesar de tus muchos fracasos? ¿Crees que la respuesta está en Su abundante gracia y no en tu inteligencia y esfuerzo personal?
Amado, cree hoy en un Dios de gracia. Apóyate de todo corazón en Su gracia -Su favor inmerecido, ¡y mira cómo rompe todas las cadenas y abre de par en par todas las puertas de las prisiones de tu vida!
Este artículo fue escrito originalmente en inglés por el pastor Joseph Prince.
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