Ganar la batalla por tu mente (parte 3/3)

Escucha tu camino a la Victoria

Recibí un precioso testimonio de una señora llamada Connie. Se sentía muy deprimida después de que su novio la dejara. Abrumada por sentimientos de rechazo y dolor, empezó a buscar a Dios en la televisión cristiana, y así fue como se topó con mi programa.

Cuando me oyó predicar sobre la gracia de Dios y la obra consumada de Cristo, entregó su confusión a Dios y recibió Su abundancia de gracia. Durante los siguientes tres días, ella siguió viendo la transmisión, escuchando y escuchando acerca de Jesús y Su amor por ella. Ella compartió:

Después de tres días, el dolor había desaparecido asombrosamente. No me sentía triste y, a pesar de lo sucedido, me sentía amada por Dios y tenía paz y plenitud en mi corazón. Desde ese día, he seguido alabando a Dios por Su amor hacia mí y he seguido recibiendo Su gracia y Sus bendiciones.

Con sólo escuchar y oír, Dios hizo una obra sobrenatural en la mente y el corazón de Connie. Su alma comenzó a prosperar a medida que la paz y el amor de Dios llenaban el vacío de su corazón.

Amigo mío, si ya estás cansado de todo tipo de pensamientos negativos, como Connie, sigue escuchando la predicación del Evangelio. El evangelio es acerca de la obediencia de Cristo y es el poder de Dios para tu bienestar total (Rom. 1:16). Solo ven a Jesús y deja que Él te descanse y hable palabras de gracia sobre ti. Simplemente permite que Su gracia y Espíritu trabajen en tu corazón y mente. Y a medida que tu comiences a recibir más de Su gracia y una mayor revelación de Su obra terminada y de su justicia en Él, encontrarás que las cadenas del temor y del desánimo se caen.

Amado, cualesquiera que sean los pensamientos negativos con los que estés luchando hoy, cualquiera que sea la fortaleza o el hábito debilitante, no tengo duda de que el Señor ya ha comenzado una buena obra en ti. Él te ama incondicionalmente y está contigo al cien por ciento. Él quiere que tu mente y tu cuerpo sean libres y completos. Su voluntad es que tu prosperes en cada área de tu vida así como prospera tu alma.

Y ahora que sabes cómo actúa el enemigo (su campo de batalla es tu mente y los pensamientos son su arma preferida), ¡ya tienes la mitad de la batalla ganada! ¡Es un buen comienzo! De aquí en adelante, solo sigue escuchando mensajes que estén llenos de Cristo y lo que Él ha logrado por ti en la cruz. No trates de descifrarlo todo: por qué te sucedió esto, de quién es la culpa, etcétera. Sólo apóyate en Su gracia, descansa en todo lo que Él ha hecho por ti y observa cómo transforma tu mente, tu cuerpo y tu vida de gloria en gloria. A través de la cruz, ¡Él ya ha ganado la batalla por ti!

Amigo mío, Dios te ha dado un espíritu de poder, amor y una mente sana a través de la obediencia de Cristo (2 Tim. 1:7). No importa lo que otros hayan dicho de ti. Debido a la obediencia de Jesús, tú eres el hijo justo y altamente favorecido de Dios. Eres poderoso en Su reino. Eres hermoso a Sus ojos. Y tienes una mente sana como la Suya (1 Cor. 2:16). ¡Créelo y vívelo!