Historias personales


Experimentando sanidad en el cuerpo y en el ministerio a través de la revelación del evangelio
Tengo treinta y cuatro años y me dediqué al ministerio durante trece años. Durante siete años, mi marido y yo pastoreamos una iglesia urbana local en Chicago. Condujimos estudios biblicos, seminarios, ensenanzas, entrenamientos y alcances. Vimos personas salvadas, bautizadas en agua, llenas del Espíritu Santo y en cursos de discipulado. Sin embargo, vimos muy poco fruto duradero.


Reunido con su mujer y sus hijos
Comencé a escuchar al Pastor Prince predicar en un canal cristiano. Tiempo después, el Espíritu Santo me guió a leer el libro La revolución de la gracia del Pastor Prince.


Descubriendo favor inmerecido, experimentando gozo inexplicable y bendiciones
Me hice cristiana cuando Dios me mostró que el propósito de mi vida se encontraba en su Hijo, Jesús. A partir de ese momento, decidí involucrarme en el ministerio sirviendo como supervisor de jóvenes en mi distrito.


De fracasado a el mejor estudiante por la gracia de Dios
Durante mi época de estudiante de secundaria, tuve muy mala fama y causé muchos problemas a mis compañeros, a la escuela y a mi familia. También estuve involucrado en pandillas y actividades viles que dañaron tanto mi cuerpo como a las personas que se preocupaban por mí.